Asociación Católica

Origen

Esta Asociación nació con la finalidad de ser instrumento de santidad en la Iglesia, ayudando a sus miembros a responder generosamente al llamamiento a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad, favoreciendo y alentando la más íntima unidad entre la vida práctica y la fe… También tiene como fin la participación activa, consciente y responsable de sus miembros en la misión salvífica de la Iglesia mediante el apostolado, al cual están destinados por el Señor, en virtud del Bautismo y de la Confirmación. Deben, así, actuar en pro de la evangelización, de la santificación y de la animación cristiana de las realidades temporales

Con presencia en 57 países, son una Asociación Internacional de Fieles de Derecho Pontificio, fundada por Mons. João S. Clá Dias, la primera a ser erigida por la Santa Sede en el tercer milenio por el Papa San Juan Pablo II quien los exhortó: “anunciad valientemente, por el mundo entero, a Cristo Nuestro Señor. Sed mensajeros del Evangelio por la intercesión del Corazón Inmaculado de María”. Este acontecimiento tuvo lugar por ocasión de la fiesta litúrgica de la Cátedra de San Pedro el 22 de febrero de 2001.

Esta Asociación de laicos ha visto surgir, entre sus propios miembros, verdaderas vocaciones a la Vida Consagrada y a la Vida Sacerdotal, viviendo su propio Carisma. Como otras órdenes religiosas que enriquecen el firmamento de la iglesia, florecieron dos pujantes ramas religiosas: una denominada Sociedad de Vida Apostólica Virgo Flos Carmeli, que significa “Virgen Flor del Carmelo” constituida por religiosos y sacerdotes. Otra denominada Sociedad de Vida Apostólica Regina Virginum – “Reina de las Vírgenes” compuesta por religiosas.

¿Cómo surgieron esos ramos religiosos de un tronco laical? Es que en las casas de los Heraldos del Evangelio se fomenta la vida de oración y estudio, de acuerdo con la sabia orientación que diera el Papa San Juan Pablo II:

La formación de los fieles laicos tiene como objetivo fundamental el descubrimiento cada vez más claro de la propia vocación y la disponibilidad cada vez mayor para vivirla en el cumplimiento de la propia misión

CHRISTIFIDELIS LAICI, 58

Otra categoría de miembros son los Cooperadores, (laicos, casados o solteros que viven en el mundo, e incluso sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, laicos de vida consagrada o miembros de otras asociaciones o movimientos apostólicos), quienes además de observar los deberes y preceptos propios a su estado, se esfuerzan por vivir en conformidad con el carisma y la espiritualidad de la Asociación, dedicando a ella su tiempo libre y comprometiéndose a cumplir ciertas obligaciones.

Conozca más sobre nuestro fundador ingresando al siguiente enlace Mons. Juan Clá Dias

Espiritualidad

Los Heraldos tienen su espiritualidad cimentada en tres puntos esenciales: la Eucaristía, María y el Papa, como está definido en sus estatutos:

La adoración eucarística de inestimable valor en la vida de la Iglesia para construirla como una, Santa, católica y Apostólica, Cuerpo y Esposa de Cristo, la devoción a María, imitando la siempre Virgen y aprendiendo a contemplar en Ella el rostro de Jesús y el amor al Papado

Su carisma los lleva a procurar actuar con perfección en busca de la pulcritud en todos los actos de la vida diaria, incluso estando en la intimidad. “Sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto(Mt. 5, 48). Reflejar a Dios de la mejor manera humanamente posible en todos los ámbitos de su vida (interior y exterior), ya sea en la obra evangelizadora, en el relacionamiento con los hermanos, en la participación de la liturgia, en las presentaciones musicales y teatrales o cualquier otra circunstancia.

El mundo en que vivimos tiene necesidad de belleza para no caer en el desespero. La belleza como la verdad, es la que trae alegría al corazón de los hombres, y es este fruto precioso el que resiste el paso del tiempo, que une a las generaciones y hace comulgar en la admiración

San Juan Pablo II, Carta a los Artistas

Misión evangelizadora en República Dominicana

Los Heraldos del Evangelio están en República Dominicana desde el año 2000. En Santo Domingo tienen su ubicación en la calle Lorenzo Despradel # 59 – La Castellana.

Aunque oficialmente se encuentran erigidos en la Arquidiócesis de Santo Domingo, cuentan con miembros de la Comunidad en Santiago y La Vega, donde también hacen evangelización y a donde se trasladan con frecuencia desde la Capital para realizar actividades propias de su apostolado.

Con la juventud, los Heraldos realizan un trabajo intenso de fortalecimiento en la Fe católica, promoviendo diversas actividades de apostolado, así como talleres formación humana, teológica y religiosa. Con la ayuda de María Santísima los Heraldos han encontrado en República Dominicana varios jóvenes, de ambos sexos, con esperanzadoras vocaciones que ahora se están formando para trabajar arduamente en la viña del Señor.

Además, el apostolado de los Heraldos del Evangelio abarca Misiones en colegios, hospitales, asilos y centros penitenciarios, parroquias y capillas, empresas y otras entidades alas cuales se lleva un mensaje de esperanza con la imagen de la Virgen de Fátima. Desarrollan talleres de Mariología, Espiritualidad y Apologética, incluso en Parroquias.

Para fortalecer la institución de la familia motivan, entre otras, la oración en familia, a través del Apostolado del Oratorio de la Virgen, con el Santo Rosario, como instrumento de unión y consecución de la Paz.

Promueven la devoción de la Comunión reparadora de los primeros sábados de cada mes, atendiendo así uno de los pedidos de Nuestra Señora en Cova da Iria. Todo con vistas a favorecer del mejor modo posible la realización urgente de la gran promesa hecha por la Virgen de Fátima, cuando dijo: “Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará